PATOLOGÍAS
- ABSCESOS
- CÁNCER DE ANO
- CÁNCER DE COLON Y RECTO (CANCER COLORRECTAL)
- CONSTIPACIÓN
- DIVERTÍCULOS Y ENFERMEDAD DIVERTICULAR
- COLITIS ULCEROSA Y ENF. DE CROHN
- FÍSTULAS ANALES
- FISURA ANAL
- GONORREA ANAL
- HEMORROIDES
- HERPES ANO-GENITAL
- INCONTINENCIA
- INTESTINO IRRITABLE (COLON IRRITABLE)
- MOLESTIAS Y DOLORES ANALES
- MEGACOLON
- OSTOMÍAS
- PISO PELVIANO
- PÓLIPOS
- POLIPOSIS ADENOMATOSA FAMILIAR
- PÓLIPOS COLÓNICOS
- PROCTALGIA
- PROLAPSO RECTAL
- PRURITO ANAL
- QUISTE SACROCOXÍGEO O PILONIDAL
- SÍFILIS ANAL
- VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO (HPV), CONDILOMAS
ABSCESOS
¿Qué es un absceso anal o perianal?
Un absceso es una infección e inflamación en algún tejido del organismo caracterizado por la hinchazón y la acumulación de pus. El absceso anal o perianal es aquel que se produce en el ano o en su vecindad. Puede ser externo y visible, sobre la piel, o bien interno. Es normalmente resultado de una infección en las glándulas anales ubicadas dentro del conducto anal producida por los gérmenes propios presentes en las heces. Los síntomas habituales son tumefacción, incomodidad, dolor o inflamación adyacente al ano. La fiebre también puede estar presente.
¿Cómo se trata un absceso?
El tratamiento consiste en drenar la colección de pus mediante una apertura pequeña que se hace en la piel en la zona afectada, aunque en los abscesos internos puede requerirse un drenaje transanal. No es aconsejable el tratamiento de los abscesos anales solo con punciones aspirativas o tratamiento antibiótico. Luego del drenaje, en aproximadamente el 50% de los individuos se desarrollará una fístula anal, hecho que normalmente sucede después de algunas semanas, aunque a veces ocurre varios meses o incluso años después.
Luego del drenaje del absceso, la secreción inicialmente purulenta y luego serohemática es normal durante varios días. El sangrado leve de las heridas es también frecuente.
¿Cuáles son las complicaciones mas frecuentes de la cirugía?
Como en toda cirugía se pueden presentar complicaciones generales (cardíacas, respiratorias, urinarias, renales, hemorragias, sepsis, etc.). Existen otras que son específicas de cada patología o tipo de cirugía a realizar, en el caso de los abscesos o fístulas anales han sido descriptas como las más frecuentes (10 al 30% de los casos), la recidiva o persistencia de la enfermedad y en casos muy complejos, especialmente de múltiples operaciones, incontinencia. El sangrado leve de las heridas es también frecuente.
NOTA: Las presentes consideraciones son de índole general y no invalidan ni sustituyen a las que hayan sido realizadas por su médico tratante o los tratamientos previos indicados por otras enfermedades.
Pero recuerde que siempre se debe realizar un examen proctológico completo para descartar otras enfermedades más severas.
CÁNCER DE ANO
VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO (HPV), CONDILOMAS Y CÁNCER DE ANO
El cáncer de ano es una enfermedad poco frecuente pero su incidencia ha ido aumentando en los últimos 20 años, especialmente en pacientes portadores de HIV y hombres homosexuales. Las mujeres con antecedentes de enfermedad en la vulva o cuello uterino también tendrían un riesgo mayor de padecerlo.
Existen importantes similitudes entre el cáncer del cuello del útero y el cáncer del ano. La más importante de ellas es que ambos pueden estar relacionados con el Virus del Papiloma Humano (HPV). La forma de contagio más frecuente de este virus es a través de relaciones sexuales vaginales o anales, ya sean estas frecuentes o esporádicas.
El Papanicolao (Pap) del cuello uterino y la colposcopía, que son exámenes ginecológicos habituales, han logrado reducir la frecuencia y la muerte por cáncer de cuello uterino de manera importante. Recientemente se ha propuesto una estrategia similar para la detección de las lesiones que pueden desarrollar un cáncer en el ano.
El Pap anal es una técnica sencilla que consiste en pasar un hisopo por el conducto anal donde quedarán células que luego serán estudiadas por el médico patólogo. El procedimiento es indoloro y requiere de unos pocos segundos. En algunos casos puede ser necesario estudiar más detalladamente el ano mediante una anoscopía de alta resolución, que es un estudio similar a la colposcopía que el ginecólogo realiza a las mujeres.
Si con alguno de estos estudios se hallan lesiones relacionadas con el HPV, se realizará el tratamiento correspondiente; este puede ser de aplicación local o mediante procedimientos mini-invasivos.
Consejos útiles:
– Si tiene verrugas en el borde de su ano, consulte con el proctólogo.
– Si se encuentra dentro de grupos de mayor riesgo, consulte con su médico.
– Se pueden disminuir las posibilidades de contraer el HPV o de sufrir otras enfermedades de transmisión sexual utilizando preservativos en todas las relaciones sexuales desde el inicio.
Para más información consulte a su médico proctólogo.
CÁNCER DE COLON Y RECTO
¿Qué son el colon y el recto?
El colon y el recto son los dos sectores en que se divide el intestino grueso, que es la última parte del aparato digestivo.
¿Qué función cumplen?
Las funciones más importantes del colon y el recto son la absorción de agua y la preparación y expulsión de los desechos alimentarios.
Recorrido de la comida por el cuerpo humano:
1. La comida entra por la boca.
Es triturada por el sistema dentario y con la ayuda de las glándulas salivales se transforma en un bolo alimenticio. Esto facilita el paso hacia el esófago y el tránsito a través del mismo hacia el estómago.
2. En el estómago, la comida se deshace en partículas por la acción del jugo gástrico y los movimientos de los músculos del estómago que convierten el contenido en una mezcla semilíquida continuando su paso al intestino delgado.
3. Llegada al intestino delgado, las partículas se reducen y se mezclan con las secreciones del páncreas y el hígado y las enzimas intestinales. En este punto, vitaminas y nutrientes pasan a la sangre a través de las paredes del intestino delgado.
La sangre transporta nutrientes a los órganos, colaborando en la nutrición y reparación de tejidos y células.
4. Las sustancias que no son digeridas progresan al colon, el cual absorbe el agua y elimina los desechos en forma de materia fecal hacia el recto (parte final del intestino grueso)
5. El recto funciona como un reservorio o depósito para los desechos. Allí, éstos se expulsan fuera del cuerpo a través del ano.
Importancia del colon y el recto
Radica en el papel que juegan en la absorción de agua y la excreción de los elementos que el cuerpo no necesita. El funcionamiento incorrecto por alguna enfermedad puede generar síntomas como la diarrea o por el contrario constipación entre otros padecimientos.
Una alimentación saludable, baja en hidratos de carbono (harinas, dulces) y alta en fibras y agua ayuda a la función del colon y recto.
¿Qué es el cáncer de colon y recto?
Es el tumor maligno que se produce en el colon y recto.
En la mayoría de los cánceres de colon y recto (más del 90%) se produce primero un pólipo (llamado adenoma) que es un crecimiento anormal de las células de la pared del intestino grueso.
Este adenoma puede crecer lentamente durante años (más de 10 años) y trasformarse en un cáncer si no se detecta y extirpa a tiempo mediante una colonoscopía. Una vez desarrollado el cáncer, el crecimiento inicialmente se localiza en la pared del intestino grueso (etapa temprana o precoz).
Con el paso del tiempo el tumor crece y puede invadir ganglios linfáticos, órganos adyacentes o se propaga por vía sanguínea a otros órganos distantes (Ej.: hígado, pulmón) dando las llamadas metástasis (etapa avanzada).
¿El cáncer del colon y recto es frecuente?
En la Argentina, tomando toda la población (ambos sexos) es la 2° causa de muerte por tumores malignos, luego del cáncer de pulmón y también el segundo en incidencia luego del cáncer de mama.
En 2018 se produjeron 15.600 nuevos casos y aproximadamente 8.700 muertes, es decir unas 23 muertes por día por cáncer colorrectal, la mayoría de las cuales podría prevenirse.
¿Todas las personas tienen el mismo riesgo de padecer un cáncer de colon y recto?
NO, hay personas que poseen un mayor riesgo de padecer la enfermedad, a saber:
– Personas con antecedentes personales o familiares de pólipos (adenomas) colorrectales.
– Personas con antecedentes personales o familiares de cáncer colorrectal.
– Personas con antecedentes personales de enfermedades inflamatorias del intestino, como Colitis Ulcerosa o Enfermedad de Crohn.
– Personas que consumen tabaco, beben alcohol en exceso, tienen sobrepeso o llevan una vida sedentaria sin ningún tipo de actividad física.
¿Sólo las personas con riesgo pueden tener un cáncer de colon o recto?
NO, el 90 % de los casos de cáncer colorrectal se diagnostican en personas mayores de 50 años y el 75% en aquellas sin factores de riesgo conocido. Afecta a hombres y mujeres por igual y la década de mayor incidencia se ubica entre los 65 y los 75 años. Las personas con mayor riesgo pueden tener un cáncer colorrectal a más corta edad y representan sólo el 25% de todos los cánceres.
¿Cuáles son los síntomas que puede dar un cáncer de colon y recto?
El cáncer colorrectal puede presentar:
1. Sangrado con la evacuación por vía anal
2. Cambios en la forma habitual de evacuar el intestino
3. Dolores abdominales o rectales frecuentes
4. Anemia
5. Pérdida de peso
Sin embargo, estos síntomas no son específicos del cáncer de colon y recto y pueden ser producidos por otras enfermedades, razón por la cual debe consultarse a un especialista para realizar los estudios tendientes a un diagnóstico correcto.
¿Cuál es el tratamiento del cáncer colorrectal?
La cirugía es la principal opción de tratamiento para el cáncer colorrectal. Consiste en extirpar el segmento de intestino afectado junto a los ganglios linfáticos regionales y eventuales órganos adyacentes involucrados. El médico especialista seleccionará el tratamiento más adecuado dependiendo de la diseminación de la enfermedad. Cuanto más localizada se encuentre la enfermedad mayor es la posibilidad de tratamientos quirúrgicos conservadores, cirugía laparoscópica etc.
El tratamiento puede complementarse con la administración de drogas específicas para tratar el cáncer por vía endovenosa u oral (quimioterapia) y con la aplicación de rayos (radioterapia).
La interacción de tratamientos: cirugía, quimioterapia o radioterapia se decide generalmente en forma interdisciplinaria (cirujanos, oncólogos, radioterapeutas, etc.)
¿El cáncer colorrectal puede desarrollarse sin síntomas?
SI, tanto los pólipos precursores del cáncer colorrectal (adenomas) como los cánceres colorrectales tempranos (cuando la enfermedad se encuentra en su etapa inicial) pueden desarrollarse sin dar síntomas.
¿Qué medidas pueden ayudar a prevenir el cáncer de colon y recto?
Se recomiendan medidas relacionadas con la dieta y el estilo de vida:
¨ Dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas varias veces por día.
¨ Disminuir la ingesta de carnes rojas y grasas de origen animal.
¨ Limitar las calorías de la dieta y mantener el peso corporal adecuado.
¨ Ejercicio físico regular (30 minutos por día o varias veces por semana).
¨ Evitar el tabaco.
¨ Disminuir la ingesta de bebidas alcohólicas.
Estas recomendaciones son de carácter general y alguna de ellas puede no ser apropiada para usted. Consulte a su médico personal quien lo aconsejará de acuerdo a sus antecedentes clínicos.
Estas medidas constituyen la llamada prevención primaria del cáncer de colon y recto que junto a la resección de los pólipos por colonoscopía permiten prevenir la aparición de la enfermedad.
Además, a partir de los 50 años es necesario que todas las personas se efectúen chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas o detectar y tratar el cáncer colorrectal en etapa temprana. Esto se denomina prevención secundaria de la enfermedad.
En caso de existir antecedentes familiares o personales de cáncer de colon o pólipos debe consultarse con un médico especialista debido a que puede ser necesaria la realización de exámenes a más temprana edad.
¿Si no tengo ningún síntoma, para qué tengo que realizarme estudios?
Los estudios son importantes porque permiten detectar y extirpar los pólipos que son precursores del cáncer colorrectal mediante la colonoscopía. Además, pueden diagnosticar precozmente las lesiones malignas cuando están limitadas al intestino grueso (diagnóstico temprano).
¿Qué beneficio se obtiene con el diagnóstico temprano?
Si el diagnóstico del cáncer del colon y recto se realiza en etapa precoz o temprana la posibilidad de curación es superior al 90%.
Cuando el cáncer colorrectal ya presenta síntomas las lesiones son frecuentemente más avanzadas y las chances de curación se ubican en el 60%.
Además, cuando los tumores son más pequeños hay más posibilidades de tratamientos endoscópicos o quirúrgicos más conservadores y menor necesidad de terapias oncológicas agregadas (quimioterapia o radioterapia).
¿Cuáles son los estudios aconsejables?
Si usted tiene síntomas:
Debe estudiarse el colon en su totalidad preferentemente mediante una colonoscopía (endoscopía del intestino grueso) o un estudio radiológico (radiología de colon por enema) o una colonoscopía virtual (mediante tomografía).
Si no tiene síntomas pero tiene antecedentes personales o familiares:
Deberá consultar con un especialista para elegir el estudio más conveniente y la frecuencia más apropiada de acuerdo a su antecedente.
Si no tiene antecedentes ni síntomas y es menor de 50 años puede esperar hasta esa edad.
Si usted tiene:
¨ 50 años o más
¨ No tiene síntomas
¨ No tiene antecedentes personales o familiares de cáncer de colon o recto
Es el momento justo para efectuar un estudio para prevenir el cáncer de colon y recto o detectarlo en etapa temprana.
¿Cuáles son los estudios que permiten prevenir o detectar precozmente el cáncer de colon y recto?
Los estudios pueden ser:
1. Test de sangre oculta en materia fecal una vez al año.
2. Fibrorrectosigmoideoscopía (endoscopía de la última parte del colon y recto) cada 5 años.
3. Colonoscopía cada 10 años.
4. Rx colon por enema con doble contraste cada 5 años.
5. Colonoscopía virtual cada 5 años.
6. Test de ADN en materia fecal cada 5 años.
El método ideal para usted debe consultarlo con un especialista.
¿Cómo son los exámenes?
Test de sangre oculta en materia fecal
Se utiliza para saber si hay algún vestigio de sangre en la materia fecal, no observable a simple vista. Varias son las causas que pueden generar la presencia sangre oculta en las heces, entre ellas los pólipos o el cáncer colorrectal.
La presencia de sangre oculta en materia fecal obliga a la realización de un estudio endoscópico (colonoscopía), a fin de diagnosticar la causa del sangrado oculto.
Una ventaja de este examen es su simpleza y que puede ser realizada por el paciente en su propia casa con un equipo suministrado por el médico.
Las nuevas pruebas de sangre oculta (de tipo inmunoquímico) son muy sensibles, se realizan sin necesidad de dieta ni preparación del intestino y sin manipulación de la materia fecal (consulte en nuestro Centro).
¿Qué es la sigmoideoscopía?
Consiste en la introducción de un endoscopio (sigmoideoscopio) que es un tubo flexible en el recto y parte distal del colon del paciente.
Es un chequeo que realiza un profesional especializado en su consultorio, en un hospital o una clínica. El sigmoideoscopio le permite al médico examinar el interior del intestino para detectar posibles pólipos o tumores.
¿Qué es la colonoscopía?
Es el estudio endoscópico que mediante un tubo flexible con una cámara permite examinar minuciosamente el colon y el recto, posibilita la detección y extirpación de pólipos o la detección de cáncer.
También se realiza en Centros autorizados, hospitales o clínicas con profesionales especializados, requiere preparación del intestino y en general se realiza con anestesia por lo cual el paciente no experimente dolor alguno.
En el mismo estudio se pueden extirpar los pólipos previniendo el cáncer colorrectal.
¿Qué es una radiografía de colon por enema de bario?
Es una radiografía para observar el colon y el recto.
Se introduce en el recto un líquido llamado sulfato de bario luego de lo cual se obtienen radiografías para obtener una buena visión del colon y del recto.
Si al bario se le agrega la inyección de aire (técnica de doble contraste) se obtienen imágenes de mucho mejor calidad que aumentan la detección de lesiones polipoideas.
Colonoscopía virtual:
Método de estudio a través de una tomografía computarizada para examinar el colon por medio de múltiples imágenes obtenidas por una computadora que permite reconstruir en dos dimensiones (2-D) y tres dimensiones (3-D) las superficies interiores del colon captadas. Este estudio requiere preparación del intestino y en caso de hallarse alguna patología debe complementarse con una colonoscopía convencional.
Test de ADN en materia fecal:
Se trata de un examen en la materia fecal donde se investigan las alteraciones genéticas (ADN) en las células que se encuentran en las heces. Este estudio aún no disponible en el país todavía no esta universalmente utilizado. Resulta una alternativa promisoria para el futuro.
Mitos y Verdades sobre la enfermedad
Mito 1: No hay nada que una persona pueda hacer para evitar el cáncer colorrectal.
Verdad: La alimentación rica en frutas y vegetales y baja en grasas y carnes rojas, la actividad física regular, el mantenimiento del peso corporal, evitar el tabaco y disminuir la ingesta de alcohol ayudan a disminuir el riesgo de padecer la enfermedad.
Por otro lado, los distintos exámenes de vigilancia pueden permitir la detección y exéresis de los pólipos antes de que se transformen en cáncer.
Mito 2: El cáncer colorrectal es, por lo general, mortal
Verdad: El cáncer colorrectal es generalmente curable cuando se detecta tempranamente. Más del 90 % de los pacientes con cáncer colorrectal localizado se curan.
Mito 3: El cáncer colorrectal es una enfermedad que afecta, mayoritariamente, a los hombres
Verdad: Es el único de los cánceres más frecuentes que afecta a ambos sexos por igual.
Mito 4: Los exámenes son necesarios sólo para quienes presentan síntomas
Verdad: Los pólipos y el cáncer de colon y recto en etapa temprana pueden no causar síntomas y en este período (etapa presintomática) la posibilidad de curación es del 90%.
Mito 5: Los exámenes son necesarios solo en aquellas personas con riesgo aumentado
Verdad: Cerca de un 75 % de los casos nuevos de cáncer colorrectal ocurren en personas que no tienen un factor de riesgo evidente, salvo tener 50 años o más. Por lo tanto todas las personas a partir de los 50 años deben realizarse estudios preventivos
La presencia de antecedentes familiares o personales de cáncer colorrectal o pólipos, o padecer alguna enfermedad inflamatoria intestinal, son datos que elevan el riesgo de padecer la enfermedad. En este caso, lo conveniente es consultar con un especialista quien analizará los antecedentes para aconsejar el examen de vigilancia adecuado y la edad de comienzo.
COMITÉ DE TUMORES
Contamos con un comité de tumores que se reúne cada 15 días y lleva a cabo un trabajo multidisciplinario en el que cada profesional aporta su experiencia y conocimiento científico para garantizar la máxima calidad asistencial en el manejo de pacientes oncológicos.
El proceso de diagnóstico y tratamiento en cáncer Colorrectoanal requiere de la colaboración de diferentes profesionales de la Salud, como:
- Cirujano Colorrectal.
- Cirujano Hepático
- Oncólogo Clínico.
- Anatomía patológica.
- Diagnóstico por Imágenes.
- Radiología intervencionista.
- Radioterapeutas
- Medicina Paliativa.
- Psicoterapia
- Nutrición
Ante cada caso de cáncer, es muy importante la discusión del mismo entre todos los profesionales que de una forma u otra, intervienen en el mismo con el objetivo de tomar las mejores decisiones diagnósticas y de tratamiento para los pacientes.
Más información
CONSTIPACIÓN
¿Qué es la Constipación?
Si tomamos en cuenta que la frecuencia normal de evacuaciones de materia fecal va desde 3 veces por semana hasta 3 veces por día, podríamos definir como constipada a aquella persona que evacúa menos de 3 veces por semana. Pero sin embargo no siempre es así.
La constipación puede adoptar diferentes significados para diferentes personas. Los criterios son variados y no solo se refieren a la disminución de la frecuencia de las deposiciones sino a otros factores tales como:
· Materia fecal muy dura (escíbalos).
· Sensación de evacuación incompleta (con la necesidad o no, de realizar maniobras digitales para extraer la misma).
· Dificultad en expulsar el contenido intestinal con exagerado esfuerzo para defecar.
· Falta de evacuación espontánea con utilización de laxantes y/o enemas sin los cuales no se produce el acto evacuatorio.
¿A quiénes afecta?
Puede presentarse a cualquier edad, desde el nacimiento hasta la ancianidad, pero es más frecuente en mujeres que en hombres, y en adultos que en niños.
¿Cuál es la causa?
Las causas son múltiples, entre las cuales se pueden identificar las siguientes:
· Materia fecal muy dura y poco voluminosa.
· Tránsito intestinal lento.
· Sensación de bloqueo evacuatorio u obstrucción del tracto de salida.
· Ausencia o disminución del deseo evacuatorio.
¿Cómo se diagnostica?
De acuerdo a lo que hemos visto, la constipación no es en sí misma una enfermedad sino la manifestación de diferentes anomalías, desde una alteración en la dieta hasta una enfermedad congénita, pasando por distintas enfermedades que deben ser descartadas en un estudio integral del paciente. Para ello contamos con una variada gama de modernos estudios funcionales que, junto con un adecuado interrogatorio y examen físico, permitirán al médico llegar al diagnóstico preciso.
¿Cuál es el tratamiento?
De acuerdo al diagnóstico al cual se haya arribado, se indicará un tratamiento individual para cada paciente. Desde una simple modificación en la dieta hasta una reeducación con técnica de Biofeedback.
La cirugía puede ser necesaria en casos muy seleccionados que serán evaluados conjuntamente entre el gastroenterólogo y el cirujano coloproctólogo.
Conclusión
La constipación crónica es un síntoma que puede deberse a diferentes motivos y debe ser estudiado adecuadamente para poder instaurar el tratamiento indicado para cada caso. Es por esto que es importante que frente al mismo consulte a su médico.
DIVERTÍCULOS
Definición
Los divertículos son pequeños sacos (como dedos de un guante) que se forman en la pared del colon. Son deformaciones anatómicas que aparecen generalmente con la edad avanzada. Pueden variar en tamaño y en cantidad, pueden ser congénitos o adquiridos y en este último caso se forman por el aumento de la presión dentro del colon en lugares debilitados de la pared del intestino. Son más comunes en la parte izquierda del intestino grueso (el colon sigmoideo) aunque pueden presentarse en otros sectores del colon. Es importante señalar que los divertículos no representan un riesgo de transformación en cáncer de colon.
Epidemiología
Es una enfermedad común en los países occidentales y más desarrollados donde se consumen dietas con bajo contenido en fibras solubles e insolubles. Es menos frecuente en África y en los países orientales por el mayor consumo de vegetales y fibra.
La fibra se puede dividir en dos tipos:
- Fibra soluble: se disuelve fácilmente en agua y adquiere consistencia gelatinosa en el tubo digestivo
- Fibra insoluble: no se disuelve y pasa por el intestino sin cambiar
La constipación genera un aumento de presión dentro de la luz del colon, favoreciendo el engrosamiento de la pared del intestino grueso y la formación de los sacos diverticulares.
Los divertículos aumentan su frecuencia con la edad; ocurre en el 10% de las personas de 40 años y en el 50% de los de los individuos de más de 60 años, tanto en hombres como mujeres.
Cuadro clínico
En más del 80% de los casos los divertículos no producen síntomas, denominándose esta situación como diverticulosis.
Cuando los divertículos presentan síntomas entonces se define como enfermedad diverticular.
Los síntomas más frecuentes son:
- Dolor cólico abdominal (calambres abdominales)
- Constipación
- Distensión abdominal (hinchazón)
Algunos síntomas son similares al intestino irritable o también conocido como colon irritable muy frecuente en nuestro medio.
En algunos casos los divertículos se inflaman como consecuencia de un cuadro infeccioso denominado diverticulitis que puede ser leve o presentar mayor gravedad requiriendo en ocasiones intervención quirúrgica de urgencia.
En las diverticulitis los síntomas más frecuentes son:
- Dolor persistente que no calma con antiespasmódicos más frecuentemente en el lado izquierdo del abdomen (sigmoides).
- Fiebre
- Náuseas o vómitos
- Alteración del ritmo normal de evacuación
Los síntomas pueden ser similares a otras afecciones o enfermedades agudas por lo cual se debe consultar con un profesional médico para establecer el mejor estudio diagnóstico de acuerdo con el caso.
Diagnóstico
Además del examen clínico, existen diferentes métodos complementarios de diagnóstico que se utilizan de acuerdo con el cuadro clínico del paciente. En paciente asintomáticos o con síntomas leves los divertículos se pueden diagnosticar durante una radiología de colon por enema o una colonoscopía. Estos métodos están contraindicados ante la sospecha de una diverticulitis aguda por el riesgo de perforación colónica. En casos de diverticulitis, la ecografía abdominal o mejor aún una tomografía computarizada de abdomen (método de elección si está disponible) son los estudios recomendables.
Tratamiento
El tratamiento en pacientes con divertículos (excepto en cuadros de diverticulitis) debe incluir:
- El aumento de la ingesta de fibra en los alimentos: Panes integrales, cereales, frutas, vegetales. Es necesario terminar con el mito muy popularizado que recomienda sacar las semillas de los vegetales o frutas en paciente con divertículos. No existe demostración alguna que este hecho prevenga complicaciones de los mismos.
- Medicamentos para controlar el espasmo y el dolor (en caso de presentar estos síntomas).
Es muy importante diferenciar los síntomas de la enfermedad diverticular con el intestino irritable porque el tratamiento puede ser diferente.
En casos de pacientes con cuadro clínico de diverticulitis se recomienda:
- Reposo digestivo.
- Antibioticoterapia para controlar la infección .
En algunos pacientes, especialmente aquellos con intolerancia digestiva (náuseas, vómitos) o con cuadros severos es necesaria la internación para establecer el tratamiento antibiótico por vía intravenosa.
Un porcentaje bajo de los pacientes pueden requerir una intervención quirúrgica de urgencia en casos graves o diferida en casos de cuadros de diverticulitis leves recurrentes. Esta decisión debe analizarse caso por caso.
Existen diferentes opciones quirúrgicas para tratar la enfermedad diverticular del colon, la mayoría de las veces mediante cirugía miniinvasiva (cirugía laparoscópica). Consulte con los especialistas.
COLITIS ULCEROSA Y ENFERMEDAD DE CROHN (E.I.I.)
(ENFERMEDADES INFLAMATORIAS DEL INTESTINO)
¿Qué es una Enfermedad Inflamatoria Intestinal?
Se entiende por Enfermedad Inflamatoria Intestinal a un grupo de afecciones que se caracterizan por la inflamación crónica de alguna o todas las capas de la pared intestinal.
La Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn son los dos tipos de Enfermedad Inflamatoria del Intestino (E.I.I.).
¿Cuál es la diferencia entre Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn?
La Colitis Ulcerosa afecta en el tubo digestivo solo al colon y la inflamación se circunscribe a la capa mucosa (la capa más interna), mientras que la Enfermedad de Crohn puede involucrar el tubo digestivo en su totalidad (desde la boca al ano y región perianal) siendo más frecuente la afectación del colon (colitis), del intestino delgado distal (ileitis), o ambos (íleo-colitis). Por otro lado la inflamación se extiende más profundamente en la pared del intestino involucrando todas las capas del mismo.
Ambas pueden producir manifestaciones extraintestinales: oculares, articulares, de la piel etc.
¿Es diferente una E.I.I. del Síndrome del Intestino Irritable?
Una E.I.I. es una verdadera inflamación del intestino que puede producir sangrado, diarrea, dolor abdominal, fiebre, con elevación de los glóbulos blancos en los análisis de sangre. Las anormalidades en una E.I.I. pueden ser visualizadas por radiografía de colon o intestino delgado con bario o estudios endoscópicos como la colonoscopía.
El Síndrome del Intestino Irritable es una patología de tipo funcional (sin causa orgánica) que puede presentarse con síntomas como la distensión del abdomen, dolor abdominal de tipo cólico, algunos pacientes puede presentar constipación, otros diarrea y en otros hay alternancia de constipación y diarrea. El Síndrome del Intestino Irritable no es acompañado de fiebre y sangrado y los exámenes de sangre, colonoscopía y radiografía del intestino son normales. Además en el síndrome de intestino irritable hay un fuerte componente psicosomático.
¿Cuál es la causa de una E.I.I.?
No se conoce con exactitud. Diversas son las teorías pero ninguna es suficientemente convincente. Una de las teorías sostiene que se trata de un proceso viral, bacteriano, o alérgico, que inflama inicialmente el intestino y debido a una predisposición genética, se desarrollarían anticuerpos que “atacan” crónicamente el intestino, llevando a la inflamación crónica. Aproximadamente 10% de pacientes con E.I.I. tienen un miembro familiar íntimo (padre, hermano) con la enfermedad.
¿El stress puede causar una E.I.I.?
La tensión emocional debida a problemas familiares, laborales, sentimentales o presiones sociales puede producir empeoramiento del Síndrome del Intestino Irritable, pero no se sabe con exactitud si juegan un rol protagónico en la aparición de una E.I.I. o en el recrudecimiento de la misma.
¿Cómo se diagnostica una E.I.I.?
El examen del colon por endoscopía (colonoscopía) normalmente se realiza para diagnosticar la Colitis Ulcerosa o Enfermedad de Crohn y también es útil para juzgar la severidad y magnitud de la enfermedad.
El examen requiere que el colon se encuentre libre de contenido fecal por lo cual se utilizan preparaciones laxantes. La sedación (anestesia superficial) se utiliza, hoy en día, con mucha frecuencia para mantenerlo cómodo y sin molestias durante el procedimiento. Un tubo flexible con una cámara en su extremo se introduce por el ano y se progresa a través del colon en su totalidad.
Se pueden realizar biopsias del intestino para certificar el diagnóstico y fotografías para documentar el estudio.
Las radiografías con bario (Colon por enema) o del tubo digestivo superior también son útiles para establecer el diagnóstico. El bario es administrado por boca o por ano y se obtienen radiografías para determinar si el intestino delgado o el colon son normales.
¿Cuáles son las complicaciones de una E.I.I.?
La Colitis Ulcerosa puede llevar al sangrado crónico, diarrea, y anemia. En ocasiones puede ocasionar complicaciones severas como sangrados muy importantes o dilatación del colon con un cuadro tóxico (megacolon tóxico). La Enfermedad de Crohn a veces lleva al estrechamiento progresivo del intestino delgado provocando cólicos y dolor abdominal, ocasionalmente provoca abscesos (acumulación de pus fuera del intestino) y fístulas (comunicación anómala entre dos órganos o estructuras) como también puede causar diarrea persistente, fiebre y sangrado.
¿Qué tratamientos médicos están disponibles para las E.I.I.?
El 5-ASA es una droga que se ha usado para tratar E.I.I.
durante más de 50 años, existen varias presentaciones disponibles: orales, supositorios y enemas. Ésta es a menudo una de las primeras drogas para tratar E.I.I.
La terapia con Corticosteroides o corticoides, como prednisona o hidrocortisona, se da cuando el 5-ASA no resulta suficiente para controlar la inflamación.
Estas drogas pueden darse oralmente, por vía rectal como supositorios o enemas, o vía intravenosa dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de los sectores afectados del tubo digestivo.
Hay pacientes que no responden adecuadamente a estos tratamientos y pueden verse beneficiados con drogas que suprimen la habilidad del cuerpo de hacer anticuerpos contra la enfermedad (inmunosupresores) como la Azathioprima y 6-mercaptopurina.
¿Hay complicaciones de los tratamientos médicos?
La Sulfasalazina (uno de los 5-ASA) puede causar náusea, indigestión o dolor de cabeza en aproximadamente 15% de pacientes. Las drogas más nuevas tienen menos efectos colaterales. La terapia con corticosteroides crónica puede llevar a la retención de líquidos, aumento de la presión sanguínea, producir modificaciones en la cara (cara más redondeada) y alteraciones de los huesos similares a la osteoporosis. Estas complicaciones normalmente obligan a discontinuar el tratamiento lo más pronto posible. Las drogas inmunosupresoras requieren supervisión estricta del médico con análisis de laboratorio frecuentes. Es muy importante que el tratamiento de la E.I.I. sea supervisado por médicos especialistas en estas enfermedades.
¿Es la dieta importante para los pacientes con una E.I.I.?
La mayoría de los médicos prefieren mantener una buena nutrición para pacientes con diagnóstico de una E.I.I.
Si usted está respondiendo bien al tratamiento puede seguir una dieta casi sin restricción. Una dieta de poca fibra se sugiere a menudo para aquellos propensos a las diarreas después de las comidas.
Si usted presenta intolerancia a la lactosa, deberá evitar productos lácteos.
¿Da resultado la terapia médica?
El tratamiento temprano y apropiado produce a menudo mejoría considerable.
La mayoría de los pacientes con una E.I.I. responden al tratamiento médico.
Un pequeño porcentaje de aquellos con Colitis Ulcerosa y un porcentaje más grande de aquellos con Enfermedad de Crohn requerirán cirugía en algún momento de sus vidas.
¿Cuáles son opciones quirúrgicas para una E.I.I.?
La Enfermedad de Crohn del intestino puede tratarse quirúrgicamente en las complicaciones como obstrucción, absceso, fístula o fracaso del tratamiento médico. En general el tratamiento quirúrgico esta dirigido a resolver la complicación con la menor extirpación de intestino posible. La enfermedad puede repetirse en algún momento después del tratamiento en algún otro sector del tubo digestivo.
La Colitis Ulcerosa, al afectar exclusivamente al intestino grueso, se cura después de que todo el colon es extirpado. Esta cirugía, en el pasado, requería una ileostomía (abocamiento del intestino delgado a la pared abdominal que requiere un dispositivo para almacenar la materia fecal). Hoy en día se realiza un procedimiento quirúrgico que evita la necesidad de ileostomía (pouch o reservorio ileal) que reemplaza al recto y permite reconstruir el tránsito del intestino con una evacuación por vía anal.
Desarrollamos un Centro de atención integral de Enfermedades Inflamatorias Intestinales. El objetivo principal es brindar la mejor calidad de atención a aquellos pacientes que padecen esta patología.
El Centro está integrado por un equipo de profesionales con vasta experiencia, lo que permite brindar un servicio de alta calidad y realizar los diagnósticos y tratamientos de avanzada.
Se realizan abordajes quirúrgicos de complejidad como la Cirugía Laparoscópica (Coloprotectomia con Pouch ileal, Cirugía de preservación intestinal “Estricturoplastias”).
FÍSTULAS ANALES
¿Qué es una fístula anal y cómo se origina?
Una fístula anal es una comunicación anormal (a modo de un túnel) que se origina en la superficie interna (mucosa) del conducto anal y se exterioriza en la piel de la región perianal.
Estas fístulas, en su gran mayoría, se originan en infecciones de las glándulas anales presentes en el conducto anal y se drenan hacia la piel vecina.
Su manera más frecuente de presentación inicial es a través de un absceso perianal (colección de material purulento) con síntomas como el dolor, hinchazón, secreción purulenta o sangrado escaso. El proceso agudo (absceso) debe drenarse quirúrgicamente. Luego del drenaje puede quedar constituida la fístula anal, aunque en algunos casos esto no sucede.
Existen otras enfermedades que pueden originar fístulas anales, como las enfermedades inflamatorias intestinales, en especial la enfermedad de Crohn. Debe realizarse un examen proctológico completo que, en algunas ocasiones, cuando el paciente manifiesta dolor, es imprescindible hacerlo bajo sedación anestésica.
Un buen examen proctológico asociado a una ecografía transrectal de 360° y en casos mas complejos una resonancia magnética nuclear son los exámenes recomendados para un diagnóstico eficaz que permita evaluar las alternativas terapéuticas.
¿Cómo se trata una fístula anal?
Una vez confirmada la presencia de una fístula anal el tratamiento más frecuente es la cirugía, aunque existen tratamientos alternativos que deben evaluarse en cada caso luego de completar los exámenes diagnósticos. El trayecto (túnel) que presenta la fístula puede atravesar de manera variable los esfínteres anales, músculos responsables de la continencia, por lo cual el tratamiento tiene un doble objetivo: solucionar la fístula y preservar la musculatura esfintérica.
Es aconsejable que estas intervenciones las realicen especialistas en coloproctología para minimizar los riesgos.
FISURA ANAL
¿Qué es una fisura anal y cómo se produce?
Una fisura anal es un pequeño corte o desgarro que se produce en la mucosa del conducto anal, en general, relacionado con episodios de constipación (expulsión de heces duras o de gran tamaño) aunque también puede producirse durante evacuaciones frecuentes. Las causas menos comunes de fisuras anales incluyen las enfermedades inflamatorias intestinales, infecciones anales, o tumores, por lo cual es necesario realizar un cuidadoso examen proctológico para un diagnóstico correcto. Las fisuras anales suelen producir dolor o ardor anal durante la evacuación intestinal o iniciarse luego de la misma prolongándose desde varios minutos hasta horas. Los pacientes suelen diferir el acto evacuatorio para evitar el dolor. Otro síntoma es el sangrado, generalmente leve, rojo rutilante y en ocasiones, en las fisuras crónicas, se acompaña de un pequeño bulto en el ano.
¿Cómo se trata una fisura anal?
Se aconseja:
- Una dieta alta en fibra o suplementos de fibra (25-35 gramos de fibra / día) para que las heces sean blandas y formadas.
- Beber más agua (más de 2 litros diarios) para evitar las heces duras y ayudar en la curación.
- Se pueden asociar medicamentos para ablandar la materia fecal y evitar el traumatismo de las heces duras.
- Baños calientes (baños de asiento) durante 10 a 20 minutos, sobre todo después de los movimientos intestinales para calmar la molestia o antes de los mismos para ayudar a relajar el esfínter anal. Esto ayudará al proceso de la curación.
- Las cremas anestésicas locales, como la lidocaína, que se pueden aplicar a la piel alrededor del ano para aliviar el dolor.
- Los medicamentos como diltiazem, nifedipina, o el ungüento de nitroglicerina para relajar el esfinter anal que ayuda al proceso de la curación.
La mayoría de las fisuras sanará en pocas semanas, pero la cirugía puede ser necesaria si los síntomas persisten, es decir, cuando las fisuras se transforman en crónicas.
El objetivo de la cirugía es ayudar a relajar el esfínter anal interno, músculo que con su contractura (Hipertono) no permite la curación de la fisura. Esto reduce el dolor y el espasmo, lo que permite que cicatrice la fisura. Las opciones quirúrgicas incluyen la inyección de toxina botulínica (Botox) en el esfínter anal o división quirúrgica de la parte interna del esfínter anal (esfinterotomía lateral interna). El cirujano de colon y recto determinará el mejor tratamiento y comentará al paciente los riesgos de la cirugía. Ambos tipos de cirugía se realizan normalmente como procedimientos ambulatorios el mismo día.
La mayoría de los pacientes pueden volver al trabajo y a las actividades habituales pocos días después de la cirugía. La curación completa después de los tratamientos médicos y quirúrgicos puede tardar de 6 a 10 semanas. Incluso cuando el dolor y el sangrado disminuyen, es importante mantener buenos hábitos de defecación y comer una dieta alta en fibra. La persistencia de heces duras o muy blandas pueden retrasar la curación.
GONORREA ANAL
La gonorrea o blenorragia es una enfermedad de transmisión sexual provocada por la Neisseria gonorrhoeae o gonococo, una bacteria que puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias como el tracto reproductivo y urinario femenino y masculino, boca, ojos y ano-recto.
Se transmite por contacto con el pene, la vagina, la boca o el ano de una persona infectada; no es necesario que se produzca la eyaculación para transmitir o contraer la gonorrea. También puede transmitirse de madre a hijo durante el parto. Las personas que han tenido gonorrea y han sido tratadas pueden infectarse nuevamente si tienen relaciones sexuales con una persona que tiene la enfermedad.
Los enfermos con gonorrea tienen un riesgo aumentado de contraer o contagiar el HIV, virus que causa el SIDA.
Los síntomas pueden tardar en aparecer hasta 2 semanas después del contacto sexual. Los síntomas más frecuentes en los hombres son la sensación de ardor al orinar y la presencia de una secreción blanca, amarilla o verde por el pene e inflamación testicular. La mayoría de las mujeres, en cambio, no tienen síntomas y si los tienen, son muy leves e inespecíficos. La infección rectal es más común en hombres homosexuales o en mujeres que practican sexo anal. El gonococo provoca una inflamación de la zona final del recto generando secreción, picazón, dolor y sangrado, aunque en ocasiones puede ser asintomática. Cuando la gonorrea no es tratada adecuadamente puede provocar problemas graves y permanentes en la salud reproductiva de hombres y mujeres o diseminarse hacia la sangre pudiendo ser mortal o afectar las articulaciones en forma definitiva.
El diagnóstico de la enfermedad se basa en la descripción clínica del paciente y el examen médico. El análisis de la muestra de las secreciones uretrales, vaginales, rectales u orales confirmará el diagnóstico.
El tratamiento consiste en antibióticos que deben ser aplicados al paciente y todos sus contactos sexuales.
La manera más eficaz de prevenir el contagio de la gonorrea o de sufrir otras enfermedades de transmisión sexual es la utilización de preservativos en todo tipo de relaciones sexuales.
Recuerde que SIEMPRE deben ser descartadas enfermedades más severas mediante un examen proctológico completo.
HEMORROIDES
¿Qué son las hemorroides?
Las hemorroides son vasos sanguíneos que se ubican dentro del ano (hemorroides internas), fuera del ano (hemorroides externas) o en ambos lugares (hemorroides mixtas). Cuando un paciente dice que tiene hemorroides, es correcto; todos las tenemos porque es un tejido normal del organismo. Ahora bien, cuando por alguna razón se complican dan lugar a la llamada “enfermedad hemorroidal”.
¿Qué síntomas producen?
El síntoma más común de las hemorroides internas es el sangrado que se manifiesta como rastros de sangre roja en el papel higiénico o gotas luego de la deposición. Cuando las hemorroides internas se inflaman pueden prolapsar (salir) a través del ano. También pueden ocasionar ardor, humedad anal y picazón. No deben siempre atribuirse estos síntomas a la enfermedad hemorroidal ya que existen otras enfermedades que pueden producirlos tales como tumores, enfermedades inflamatorias y pólipos. Es por eso que se debe consultar siempre al proctólogo y no automedicarse.
Cuando las hemorroides externas se inflaman, puede formarse un pequeño bulto al lado del ano que produce mucho dolor y que a veces puede sangrar. A esta alteración se la llama “trombosis hemorroidaria” y es en general de muy sencilla resolución en el consultorio en forma ambulatoria. Otras veces el paciente puede notar formaciones redondeadas alrededor del ano, dolorosas, húmedas que no se pueden reintroducir. Esto constituye la “fluxión hemorroidal” y está formada por hemorroides internas y externas inflamadas.
¿Cómo se diagnostican?
El diagnóstico de las hemorroides internas es muy sencillo; se realiza mediante un examen proctológico que consiste en la visión directa del ano y del recto mediante anoscopía y endoscopía.
El diagnóstico de una trombosis hemorroidal externa y de la fluxión hemorroidaria se realiza con la inspección visual del ano.
¿Qué factores llevan a padecer la enfermedad hemorroidal?
La constipación, el esfuerzo prolongado al defecar, el embarazo, la obesidad, el sedentarismo favorecen la aparición de enfermedad hemorroidal. También el estrés y factores hereditarios podrían tener un rol en su formación.
La ingesta de picantes, alcohol y café no son los responsables de la enfermedad pero pueden empeorar los síntomas.
¿Qué tipos de tratamiento existen para la enfermedad hemorroidal?
El tratamiento puede variar desde la dieta hasta la intervención quirúrgica. No toda enfermedad hemorroidal necesita ser operada.
Las hemorroides menos sintomáticas pueden mejorar con modificaciones en la dieta dirigidas a corregir el estreñimiento (aumento del consumo de frutas, verduras y líquidos). También se utilizan pomadas o cremas que pueden disminuir la inflamación.
Cuando los síntomas son mayores, pueden realizarse tratamientos alternativos a la cirugía como la ligadura elástica, fotocoagulación, entre otros.
La cirugía se reserva para los casos más severos.
¿En qué consiste la ligadura elástica?
La ligadura con banda elástica es un procedimiento ambulatorio muy útil para el tratamiento de las hemorroides internas que sangran o se prolapsan (salen del ano) durante la evacuación. Consiste en la colocación de una banda de goma en la base de dichas hemorroides, logrando así su estrangulamiento y posterior necrosis, cayendo la hemorroide ligada entre el quinto y décimo día. Cuando las hemorroides internas que se prolapsan o sangran son pequeñas puede instituirse este tratamiento en el consultorio, ligando los paquetes hemorroidarios en varias sesiones (habitualmente tres) No es un tratamiento doloroso y luego de realizado, el paciente puede regresar a sus actividades habituales.
Otra variante, es la realización de un tratamiento ambulatorio mediante ligaduras de mayor tamaño (macro ligaduras) que permiten una reducción voluminosa de los paquetes hemorroidales con mayor eficacia en la resolución de los síntomas. Este procedimiento se realiza con sedación anestésica en una sola sesión. Puede presentar molestias postoperatorias en las primeras 24-48 hs. que se resuelven con el tratamiento mediante analgésicos y antiinflamatorios.
¿En qué consiste la fotocoagulación?
Es un tratamiento ambulatorio y habitualmente indoloro que consiste en la aplicación de calor con rayos infrarrojos en la hemorroide sangrante.
¿En qué consiste la cirugía?
Existen diferentes procedimientos quirúrgicos y los mismos deben adaptarse a cada paciente, a cada caso en particular de acuerdo con los síntomas y su implicancia en la calidad de vida.
Mediante la cirugía convencional, que se utiliza cuando el paciente presenta hemorroides mixtas (internas y externas) voluminosas y con síntomas recurrentes, se extirpan ambos tipos de hemorroides. Esta cirugía, aunque es la más definitiva para resolver la patología hemorroidal, es la que presenta mayor dolor en el postoperatorio. Sin embargo, actualmente el manejo del dolor postoperatorio es mucho más eficaz, con alternativas que disminuyen significativamente la dolencia postoperatoria.
Cuando no hay hemorroides externas, o estas son mínimas y el síntoma principal es el prolapso o sangrado (originado en las hemorroides internas) es factible realizar el tratamiento quirúrgico con un instrumento especial de sutura mecánica que permite reintroducir el prolapso y fijarlas para que no vuelvan a prolapsar y también evitar el sangrado.
Este procedimiento quirúrgico se realiza en ámbito sanatorial, puede ser ambulatorio o con internación breve. Presenta un excelente postoperatorio con escasa molestia y muy buena resolución de los síntomas.
¿En qué consiste la anestesia?
La elección del tipo de anestesia surgirá de la consulta con el anestesiólogo.
¿Es el postoperatorio muy doloroso?
El postoperatorio de la cirugía convencional puede ser doloroso, pero con la combinación de distintos analgésicos es factible disminuir el dolor.
Luego de la operación con sutura mecánica generalmente no se sufre dolor.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
Toda cirugía puede presentar complicaciones.
Las relacionadas con la operación de hemorroides son:
1- Hemorragia 1 al 3%
2- Infección (abscesos, fístulas, sépsis) 1%
3- Estenosis (disminución del calibre del ano) 1%
4- Recidiva o persistencia de la enfermedad 1.3%
5- Incontinencia anal (pérdida de la capacidad de retener gases o materia fecal) 0.5%
Del 1 al 2% de los pacientes debe ser reoperado por alguna de estas complicaciones.
¿Cuánto tiempo debo permanecer internado?
En general el alta sanatorial es otorgada al día siguiente de realizada la operación; en algunas circunstancias puede ser el mismo día.
¿Qué cuidados debo tener luego de la intervención quirúrgica?
En el momento del alta se le indicarán analgésicos. Es importante que cumpla una dieta con abundantes frutas, verduras y líquidos para lograr deposiciones blandas. No debe reprimir el deseo evacuatorio, ya que esto favorece que la materia fecal se endurezca dentro del recto.
Es aconsejable cumplir con reposo relativo (no en cama) durante una semana.
No puede realizar ejercicios físicos importantes durante 2 a 3 semanas.
Deberá concurrir a la consulta para control de acuerdo a lo que aconseje su cirujano.
Gracias por haber leído este informe y no dude en preguntar a su médico todas las dudas que hayan surgido.
HERPES ANO-GENITAL
El Herpes ano-genital es una enfermedad de transmisión sexual causado por un virus llamado Herpes Simplex Virus (HSV). Existen dos tipos: el tipo 1 (HSV-1) y el tipo 2 (HSV-2). La mayoría de los casos del herpes labial es causada por el HSV-1 y la mayoría de los casos del herpes ano-genital es originada por el HSV-2; sin embargo, tanto el tipo 1 como el tipo 2 pueden aparecer en los genitales, ano y/o boca.
La mayoría de las personas se infecta a través de relaciones sexuales vaginales, orales o anales con una persona que libera el virus aún sin saber que tiene el virus, ya que el contagio pudo haber ocurrido años antes.
Aproximadamente uno de cada cinco adultos es portador del HSV-2, pero sólo una tercera parte de ellas lo saben. La mayoría de las no presentan signos ni síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos; más del 75% de los pacientes no tienen síntomas.
El signo que caracteriza esta infección es la presencia de pequeñas ampollas que al romperse dejan úlceras (llagas) muy dolorosas en los genitales externos, vagina, ano y/o glúteos. Otros síntomas posibles son: picazón, ardor u hormigueo en el área ano-genital, dolor en las ingles con ganglios palpables y síntomas parecidos a la gripe. El primer episodio o brote puede durar de tres a cuatro semanas, pero los síntomas tienden a desaparecer entre los dos y los doce días. Estos síntomas pueden reaparecer una o más veces a lo largo de la vida del paciente.
Existen drogas (Aciclovir, Famciclovir) disponibles para acelerar la curación y disminuir la frecuencia de los brotes herpéticos. Las cremas o tratamientos que se venden en las farmacias sin prescripción médica no son recomendados para el herpes genital.
La manera más eficaz de prevenir el contagio del HSV o de sufrir otras enfermedades de transmisión sexual es la utilización de preservativos en todo tipo de relaciones sexuales.
Recuerde que SIEMPRE deben ser descartadas enfermedades más severas mediante un examen proctológico completo.
INCONTINENCIA
¿Qué es la Incontinencia Fecal?
Se define como la pérdida de la capacidad de retener materia fecal sólida líquida y/o gases, por lo tanto es el pasaje “involuntario” de dicho contenido rectal a través del ano.
¿De manera se manifiestan los “escapes”?
- Gases
- Materia fecal líquida
- Materia fecal sólida
A su vez pueden tener volúmenes distintos, como por ejemplo el ensuciamiento leve de la ropa interior luego de la evacuación hasta la pérdida de toda la deposición de manera involuntaria.
Como ya vemos la “Incontinencia“ abarca desde las formas más leves hasta las más severas e invalidantes.
¿Cuáles son los factores que afectan la continencia?
Los factores que afectan la continencia son:
a. Consistencia de la materia fecal. La llegada rápida de abundante materia fecal líquida puede ocasionalmente, en un sujeto normal, provocar severo stress de los esfínteres con urgencia evacuatoria e incontinencia, así se explica que ante la suma de pequeños deterioros de la función esfinteriana sea mas difícil retener materia fecal líquida que sólida.
b. Capacidad de reservorio del recto. Las propiedades de la pared del recto le confieren la capacidad de reservorio ya que puede almacenar volúmenes grandes (300 – 350 ml) con mínimos cambios de presión, permitiendo así retener hasta el momento socialmente oportuno para evacuar.
c. Sensorialidad anorrectal. Al perder esta propiedad la presencia de pequeños volúmenes despierta el deseo evacuatorio y pueden producirse tanto urgencia evacuatoria como escapes.
d. Función e integridad esfinteriana. Al llegar al recto materia fecal, este se distiende e informa a nuestro cerebro si lo que estamos por eliminar es materia fecal sólida, líquida o gas. Al tomar conciencia de ello y por un acto voluntario permitimos la evacuación o no de este contenido. Si el umbral sensorial se encuentra afectado o perdemos la capacidad de discriminar o percibir este contenido podemos presentar escapes del mismo, sin darnos cuenta de ello.
e. Músculos del piso pélvico. Tenemos 2 esfínteres anales uno interno e involuntario y otro externo, controlable a voluntad. Este último es el que nos permite retener cuando contraemos con fuerza voluntariamente el ano. El compromiso de uno o de ambos esfínteres, puede ser total o parcial y de esta forma provocar distintos grados de severidad de los escapes.
f. Inervación. El piso de la pelvis es un complejo de músculos que sirven de soporte a varios órganos (ginecológicos, urinarios, etc.), por ello cuando este piso se debilita y desciende mas allá de lo debido las estructuras soportadas por ellos caen y con ellas los nervios que se unían a estas se estiran pudiéndose provocar distintos grados de deterioro por ej. El nervio pudendo cuyo estímulo le informa al esfínter anal externo que se debe contraer. Si este nervio se daña aunque el músculo esté sano no se podrá contraer y entonces se escapará el contenido rectal al llegar al ano.
¿A quiénes afecta?
Puede presentarse a cualquier edad, desde el nacimiento hasta la ancianidad, pero es más frecuente en mujeres que en hombres (si tomamos por ej. a igual edad 45 años es 8 veces más frecuente en mujeres) y en adultos que en niños.
¿Cuál es la causa?
Los son múltiples entre las cuales se pueden identificar las siguientes:
- Relacionadas con el parto (desgarro, partos múltiples, alto peso al nacer, Forceps, etc.)
- Post-quirúrgicas
- Traumáticas, etc.
¿Cómo se diagnostica?
De acuerdo a lo que hemos visto la incontinencia se puede deber a múltiples factores desde un traumatismo hasta las relacionadas con partos difíciles pasando por distintas enfermedades (ej. diabetes) a ser descartadas en un estudio integral del paciente. Para ello contamos con una variada gama de estudios funcionales nuevos (Ecografía del esfínter, manometría, evaluación neurológica, etc.) que junto con un intenso interrogatorio y examen físico permitirá al médico llegar al diagnóstico preciso, el cual es el único camino en la actualidad para indicar un tratamiento específico, seguro y sin vueltas de la incontinencia.
¿Cuál es el tratamiento?
Según sea el diagnóstico al cual se halla arribado se adecuará un tratamiento individual para cada paciente. Desde una simple modificación en la dieta hasta una reeducación del Esfínter Anal con técnica de Biofeedback.
Conclusión
La incontinencia fecal es un problema que aqueja a muchas personas en sus distintos grados de severidad. Sabemos que produce temor y vergüenza reconocer que nos está afectando pero solamente con el diagnóstico preciso y el tratamiento a tiempo podemos lograr modificar esta condición permitiéndonos reinsertar al paciente a la sociedad mejorando su calidad de vida.
Pero recuerde que siempre se debe realizar un examen completo proctológico para descartar otras enfermedades más severas.
INTESTINO IRRITABLE
¿Qué es el Síndrome del Intestino Irritable?
Síndrome del Intestino irritable (también denominado colon irritable)
El criterio fundamental para el diagnóstico de intestino irritable es la presencia de dolor abdominal. En caso de alteración del ritmo evacuatorio sin dolor abdominal deberíamos hablar de constipación o diarrea funcionales.
Es frecuente además la presencia de otros síntomas como la distensión abdominal, así como puede superponerse con otros trastornos funcionales del tubo digestivo.
El Síndrome de Intestino Irritable puede presentarse con predominio de diarrea, predominio de constipación o alternar ambos síntomas.
Frecuentemente se trata de un proceso dinámico, en el que aquellos con predominio de heces blandas y alta frecuencia evacuatoria en forma episódica pueden presentar temporadas de heces duras y/o poco frecuentes
Es importante en el interrogatorio evaluar la dieta que realiza el paciente (consumo de harinas, café, frutas y verduras, jugos de frutas, gaseosas, chicle, mate, etc.) ya que la misma puede desencadenar o exacerbar síntomas, así como también sucede con diferentes factores de stress. El estado emocional suele tener un papel importante en estos pacientes, agravando la intensidad de los síntomas y la frecuencia de su presentación.
El diagnóstico entonces se basa en un adecuado interrogatorio, en algunos casos estudios complementarios y un cuidadoso seguimiento.
Los estudios complementarios que se solicitan dependerán de las características clínicas del paciente, siendo los diagnósticos diferenciales más importantes la enfermedad celíaca, parasitosis intestinales (sobre todo en pacientes con diarrea persistente), intolerancias alimentarias (sobre todo fructosa y lactosa), enfermedades inflamatorias intestinales (fundamentalmente la enfermedad de Crohn), cáncer colorrectal, entre otros.
Debido a lo inespecífico de los síntomas es importante la consulta médica y evitar la automedicación ya que puede llevar a un diagnóstico tardío de enfermedades graves, sobre todo en aquellos pacientes mayores de 50 años o con antecedentes familiares de cáncer de colon.
Los síntomas del Síndrome de Intestino Irritable son típicamente crónicos, es decir de larga data, por lo que se debe actuar con cautela si los síntomas son de inicio reciente.
El tratamiento del trastorno suele abordarse desde lo sintomático según el síntoma predominante en cada paciente (dolor abdominal, diarrea, constipación), recomendándose un esquema escalonado que se inicia con el uso de antiespasmódicos y regularizadores del tránsito intestinal, pudiendo involucrar más adelante la administración de antibióticos no absorbibles, agentes quelantes de las sales biliares (colestiramina) o bien antidepresivos a bajas dosis que actuarían sobre la hipersensibilidad visceral (amitriptilina o paroxetina).
En todos los casos, el tratamiento adyuvante con psicoterapia parece ser de utilidad, mejorando la adherencia y resultados a largo plazo.
Lo más importante es que la persona que sufre Síndrome de Intestino Irritable tenga un diagnóstico correcto y comprenda que, más allá de las molestias, este problema no induce otras patologías como enfermedades intestinales más severas o cáncer.
Comprender la verdadera significación que tienen los síntomas y descartar patologías orgánicas, suele acarrear alivio y mejoría del cuadro. Por otra parte, se dispone para los casos más severos de diferentes drogas que ayudan a disminuir la sensibilidad intestinal directamente involucrada en la génesis de los síntomas.
¿Qué puede hacerse para mejorar?
Visite a un Médico Gastroenterólogo
Hablar con su médico sobre su problema es el primer paso útil, porque todos nosotros tememos a lo desconocido, él pedirá una serie de pruebas para asegurarse que ninguna enfermedad subyacente sea la causa de sus síntomas.
Si su médico determina que usted tiene SII, hay medidas para ayudarle a vivir con SII y tratar sus síntomas. Aunque la causa de SII es desconocida y no existe una medicación mágica, hay varias maneras de manejar los síntomas. A pesar de la naturaleza benigna de esta afección, en algunos casos la calidad de vida puede verse francamente comprometida generando limitaciones importantes y dificultades laborales.
Reduzca la tensión
Intente reducir tensión y stress en su vida. Usted puede necesitar aprender sobre técnicas de relajación, puede realizar un ejercicio regular o una afición que usted disfrute, o puede asistir a sesiones para ayudar a manejar las situaciones de stress en su vida.
Cuide su dieta
Para tener siempre presente:
– No consumir bebidas gaseosas ni mate.
– Comer despacio y masticar bien los alimentos.
– Evitar ansiedades en el momento de la comida.
– Si existiera una crisis diarreica, seleccionar alimentos adecuados a ese momento
Evite o limite la cantidad de comidas productoras de gas como las legumbres, cebollas, brócoli, y los hidratos de carbono en general (Harinas), o cualquier otra comida que usted sabe normalmente agravarán sus síntomas de SII
Bebidas gaseosas carbonatadas (colas, soda) puede introducir gas en el intestino y causar dolor abdominal. Evite saltear comidas o comer excesivamente.
La intolerancia para digerir lactosa, se ve en a 40 por ciento de pacientes con SII
Evitar los productos lácteos puede ser muy útil reduciendo síntomas de SII
La suma de salvado del trigo u otra fibra puede ser sugerida por su médico en un esfuerzo por disminuir sus síntomas.
Cualquier cambio que usted haga en su dieta, hágalo gradualmente.
Medicaciones
Las medicaciones pueden disminuir sus síntomas de Síndrome del Intestino Irritable.
Pueden usarse suplementos de fibra para el manejo de diarrea o estreñimiento. Pueden prescribirse laxantes para el estreñimiento. En pacientes con dolor abdominal, pueden prescribirse medicamentos que calman los espasmos o tranquilizantes para aliviar los síntomas.
Recuerde, SII no está amenazando su vida y no llevará a otras enfermedades. La mayoría de los pacientes puede ayudarse si siguen las recomendaciones de sus médicos.
MOLESTIAS Y DOLORES ANALES
¿Qué es el recto?
Llamamos recto a los últimos 15 cm del tracto digestivo.
La parte final del recto se llama canal anal, o ano.
Hay muchos problemas molestos que pueden ocurrir en el recto. Afortunadamente, la mayoría es tratable cuando son diagnosticados temprano y propiamente.
Síntomas rectales de dolor y sangrando siempre deben ser evaluados completamente por su médico.
A veces su doctor puede aconsejarle que vea a un especialista en desórdenes digestivos (gastroenterólogo) o un cirujano que ha recibido entrenamiento especial en enfermedades del colon y recto (cirujano colorrectal o proctólogo).
MEGACOLON
¿Qué es el megacolon?
El megacolon es una dilatación del intestino grueso (colon y recto) que puede afectar uno o ambos segmentos, en forma total o segmentaria generalmente acompañada de dificultad para eliminar heces y gases.
Esta causado por lesiones en las terminaciones nerviosas del intestino que hace que se pierdan las contracciones y los movimientos intestinales generando signos y síntomas como estreñimiento, que empeora a lo largo del tiempo, distensión y dolor abdominal. El megacolon no debe confundirse con el denominado “dolicocolon” que expresa solo un intestino grueso mas largo del habitual, sin dilatación. En algunas oportunidades estas dos circunstancias se encuentran presentes conjuntamente.
Puede ser consecuencia de una enfermedad congénita, como la enfermedad de Hirschsprung o puede ser adquirida a lo largo de la vida, debido a la enfermedad de Chagas, por ejemplo. Otra forma de dilatación aguda (mal denominada megacolon) ocurre por una inflamación intestinal grave llamada “megacolon” tóxico, que suele ser desarrollada por personas con enfermedad inflamatoria intestinal, causando una intensa dilatación del intestino, fiebre, ritmo cardíaco acelerado y de pronóstico grave.
El megacolon puede ser tratado de acuerdo con su causa, y consiste en aliviar los síntomas con el uso de laxantes y lavados intestinales y en algunas circunstancias la realización de una cirugía para extirpar la porción afectada del intestino.
¿Cuáles son los síntomas y signos que pueden producir un megacolon?
Debido al compromiso de la capacidad de movimiento intestinal, los signos y síntomas del megacolon incluyen:
- Constipación o estreñimiento, que empeora a lo largo del tiempo, y puede llegar a producir obstrucción del intestino hasta la total falta de eliminación de heces y gases
- Necesidad de uso de laxantes o enemas para evacuar
- Distensión y malestar abdominal
- Náuseas y vómitos, en cuadros obstructivos severos.
El megacolon puede además producir complicaciones como torsiones del intestino grueso denominadas vólvulos, impactaciones de materia fecal duro-pétrea en el recto (llamados fecalomas o bolos fecales) e incluso perforaciones con pronóstico grave.
La intensidad de estos síntomas varía de acuerdo con la gravedad de la enfermedad, por lo que los síntomas pueden notarse durante los primeros días de vida, en el caso del megacolon congénito, o pueden ser evidenciados meses o años después del inicio del cuadro. En el caso del megacolon adquirido, los síntomas aparecen en el adulto y generalmente la enfermedad progresa lentamente.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de un megacolon?
Las causas más comunes de megacolon son:
- Megacolon congénito
Esta alteración conocida como enfermedad de Hirschsprung es una enfermedad debida a una deficiencia o ausencia de fibras nerviosas en el intestino, que impide su funcionamiento adecuado para la eliminación de las heces, que se quedan acumuladas y causan síntomas.
Esta enfermedad es rara y es causada por alteraciones genéticas, los síntomas pueden surgir en las primeras horas de haber nacido o días después. Sin embargo, si las alteraciones y los síntomas son leves, puede demorar semanas o meses en identificarse correctamente la enfermedad y en estos casos es común que el bebé tenga un retraso en el crecimiento, debido a que hay una menor capacidad de absorción de los nutrientes.
El diagnóstico del megacolon congénito se realiza por la observación de los síntomas del niño, el examen físico, además de solicitar exámenes radiológicos, manometría anorrectal y aún biopsia de la pared rectal que permitan confirmar la enfermedad.
La resolución quirúrgica es necesaria para resolver la situación. Esta indicación y el tipo de cirugía debe ser consultada con especialistas de experiencia.
- Megacolon adquirido
La principal causa del megacolon adquirido es la enfermedad de Chagas, situación conocida como megacolon chagásico que ocurre por lesiones en las terminaciones nerviosas intestinales provocadas debido a la infección por el protozoario Trypanosoma cruzi. Sin embargo, existen otras causas como salmonella, shigella, campylobacter, entre otras.
Otras causas de dilatación y mal funcionamiento intestinal que son adquiridas a lo largo de la vida son:
Parálisis cerebral;
Neuropatía diabética;
Lesiones de la médula espinal;
Enfermedades endocrinas como hipotiroidismo inicialmente, feocromocitoma o porfiria;
Enfermedades sistémicas como esclerodermia o amiloidosis;
Uso crónico de medicamentos como antiespasmódicos, colinérgicos o laxantes.
¿Como es el tratamiento de un megacolon?
Para diagnosticar el megacolon adquirido es necesario una evaluación del gastroenterólogo junto al coloproctólogo, que analizarán los antecedentes médicos, realizarán un examen físico y estudios de laboratorio, además de solicitar exámenes radiológicos por enema, manometría anorrectal y en casos de que existan dudas es posible que se realice una biopsia de la pared rectal.
El tratamiento inicialmente es médico y se realiza con laxantes como Lactulosa, estimulantes de los movimientos intestinales, o laxantes más fuertes o enemas evacuantes. Sin embargo, cuando los síntomas no mejoran, se decide una cirugía para retirar la parte afectada del intestino que debe ser realizada por especialistas en coloproctología.
OSTOMÍAS
¿Qué es una ostomía?
Aspecto de un Ostoma
Guía Práctica de Cuidados para Ostomías
PISO PELVIANO
Las afecciones del piso de la pelvis o periné, constituyen un grupo de enfermedades entre las que se destacan por su frecuencia la incontinencia anal y la constipación.
La incontinencia anal, que prevalece en las mujeres y que algunas situaciones como partos, diabetes, tratamientos de radioterapia, cirugías del recto y del ano ponen de manifiesto, es una patología que genera vergüenza, aislamiento, alteraciones en el comportamiento y especialmente compromete y altera la calidad de vida. Es muy difícil para el paciente relatarle al médico su padecimiento o consultar por el mismo. En el Centro Privado de Cirugía y Coloproctología funciona una Unidad de Motilidad y Piso Pelviano , con profesionales de reconocida trayectoria en esta patología, quienes realizan en el mismo Centro los estudios específicos correspondientes para llevar a cabo el tratamiento indicado. La multiplicidad de factores que la producen ha llevado también a múltiples tipos de terapéutica, desde el Biofeedback, cirugías reparadoras´inyección de sustancias de abultamiento o barrera, radiofrecuencia, estimulación del nervio tibialposterior y neuromodulación sacra, todas formas de tratamiento en las que contamos con la mayor experiencia.
Otra de las patologías que también afecta la calidad de vida es la constipación, ya sea colónica (habitualmente llamada por Tránsito Lento) o por Obstrucción del Tracto de Salida (difcultad evacuatoria). Esta última está caracterizada por la necesidad de realizar enemas o maniobras digitales para evacuar o cambiar de posición durante el acto defecatorio. En la colónica, muchas veces el paciente no tiene deseos de evacuar o pasan días sin poder hacerlo, recurriendo al uso inadecuado de todo tipo de laxantes. Para ambos tipos de constipación, la Unidad de Motilidad y Piso Pelviano del Centro Privado de Cirugía y Coloproctología, cuenta con un equipo de Gastroenterólogos y Coloproctólogos especialistas que realizarán los exámenes necesarios para un correcto diagnóstico y así llevar a cabo el tratamiento más efectivo, desde dieta, medicación y Biofeedback, hasta el tratamiento quirúrgico.
El Centro Privado de Cirugía y Coloproctología es considerado un lugar de derivación para el tratamiento de estas patologías .
El estudio completo y el tratamiento adecuado son nuestros objetivos para que nuestros pacientes puedan recuperar la calidad de vida que estas enfemedades han alterado.
PÓLIPOS
¿A qué se llama pólipo?
Se denomina pólipo a cualquier formación que se eleva desde la superficie mucosa (capa interna del intestino).
¿Todos los pólipos son malignos?
No todos los pólipos tienen capacidad de desarrollar malignidad solo los denominados adenomas tienen potencial maligno si no son resecados a tiempo.
Los pólipos se clasificaran de acuerdo a su estructura en:
I- adenomatosos (con potencial maligno)
II- hamartomas (con escaso potencial maligno)
III- inflamatorios
IV- hiperplásicos
¿Cómo se detectan?
El estudio de elección es la colonoscopía o videocolonoscopía, ya que la misma es diagnóstica y en algunos casos terapéutica.
¿Cómo se presentan?
En el inicio no presentan síntomas. Con el tiempo pueden aparecer sangrado por ano, anemia, alteración del hábito evacuatorio con tendencia a la diarrea o a la constipación, salida de un material mucoso por ano (mucorrea), dolores abdominales de tipo cólico y más raramente obstrucción intestinal.
¿Cómo se tratan?
De ser posible se podrá resecar por endoscopía, siendo suficiente si cumple con los siguientes criterios.
PÓLIPOS
La polipectomía endoscópica será suficiente si se cumplen los siguientes pasos:
I- el pólipo es considerado resecado completamente en la endoscopía
II- el espécimen es procesado adecuadamente en patología
III- en el caso de ser maligno debe ser bien (moderadamente) diferenciado
IV- no debe existir evidencia de invasión vascular o linfática
V- los márgenes deben ser negativos
¿Qué sucede si no se puede resecar por endoscopía?
Se indica tratamiento quirúrgico.
¿Cómo se continua luego de la resección del pólipo?
Se realiza a través de endoscopías con intervalos que dependerán de los hallazgos de anatomía patológica del pólipo resecado.
POLIPOSIS ADENOMATOSA FAMILIAR
¿Qué es la Poliposis Adenomatosa Familiar PAF?
Es una rara enfermedad que se caracteriza por la aparición de cientos a miles de pólipos en el colon y el recto que de no ser tratada lleva invariablemente al cáncer de colon y recto.
Pólipo: se refiere a una formación sobreelevada de la pared del intestino que cuando es de características adenomatosas puede derivar en cáncer.
Causas
Se producen por una alteración genética en el cromosoma 5 que se hereda desde que se forma el embrión, pero los pólipos suelen aparecer recién en la pubertad. Alrededor de los 30 / 40 años si los pacientes no son tratados uno o más de estos pólipos se transformarán en cáncer.
Es una enfermedad hereditaria, autosómica dominante: esto significa que cada hijo tiene un 50% de posibilidades de heredar el gen defectuoso y desarrollar la enfermedad.
Síntomas
- Diarrea
- Constipación
- Sangre roja con las heces
- Dolor crónico de abdomen
- Cambios en la forma de evacuar
- Salida de un material como moco por ano
- Pérdida de peso
- Fatiga
- Anemia
Diagnóstico
a- Análisis genético: se realiza primero en un individuo que ya tiene diagnóstico de PAF por endoscopía. Una vez detectado en el afectado, lo podremos realizar en todos los familiares que tiene riesgo de tener PAF: padres, hijos y hermanos del paciente. Debido a su costo es de utilización restringida.
b- Endoscopía digestiva baja: se debe realizar a todos los familiares en riesgo, a partir de los 12 / 15 años.
¿Dónde más pueden aparecer adenomas?
Todo el tracto gastrointestinal puede estar afectado siendo el colon y recto los que más frecuentemente presentan pólipos, le sigue en frecuencia el duodeno el cual deberá ser estudiado mediante endoscopía gastroduodenal.
Si bien el intestino delgado y el estómago pueden estar afectados, no es frecuente y además con bajo riesgo de malignización.
¿Existen otras lesiones?
Al ser una enfermedad que se hereda desde que se forma el embrión, todas las células del cuerpo tiene el defecto por ello podemos tener lesiones en muchos otros órganos del cuerpo humano, pero la mayoría carece de importancia ya que no trae ningún trastorno, ni se transforma en maligna.
– lipomas: tumores de tejido graso
– dientes supernumerarios
– quistes epidermoides: quistes sebaceos
– osteomas: tumores óseos (como sobrehuesos)
– hipertrofia del epitelio pigmentario de la retina: manchas que se ven el fondo de ojo que carecen de importancia patológica pero que nos sirven como un marcador de enfermedad. Si un paciente con PAF las tiene, las podremos buscar en los familiares con riesgo de padecer la enfermedad y si ellos las tienen tendrán mayor riesgo de haber heredado la PAF.
Los tumores desmoides son lesiones benignas pero que por su crecimiento o localización se pueden comportar como malignos.
¿Cuál es el tratamiento?
El único tratamiento para prevenir el cáncer de colon y recto en la PAF es la cirugía.
El tipo de operación dependerá de ciertas características del paciente y su enfermedad; su cirujano le explicará cuál y por qué es la adecuada.
PÓLIPOS COLÓNICOS
¿A qué se llama pólipo colónico?
Los pólipos son crecimientos celulares, acúmulo de células, que crecen en la capa interna del intestino grueso (capa mucosa) a modo de formaciones elevadas. Se pueden encontrar en varios sectores del tubo digestivo siendo más frecuentes en el colon y recto.
¿Cómo se presentan?
Inicialmente no presentan síntomas. Con el tiempo pueden aumentar de tamaño y producir algunos síntomas como el sangrado con las evacuaciones, anemia cuando hay pérdidas crónicas de sangre, alteración del hábito evacuatorio con tendencia a la diarrea o a la constipación (cuando los pólipos son voluminosos), salida de mucosidad en la evacuación (especialmente en los pólipos rectales), dolores abdominales de tipo cólico y más raramente obstrucción intestinal.
¿Los pólipos son malignos?
Los pólipos son, inicialmente, lesiones benignas y no todos tienen capacidad de malignizarse.
Hay diferentes tipos de pólipos, los más frecuentes son los adenomas (con potencial maligno) y los hiperplásicos (sin potencial maligno). Otros pólipos son los hamartomas (raros y con escaso potencial maligno) y los inflamatorios.
Si bien el adenoma es un precursor (origen) de gran parte de los cánceres del colon, la mayoría de los adenomas nunca se convertirán en tumores malignos. La histología (observación del tejido en el microscopio) es la mejor manera de diferenciar entre pólipos hiperplásicos y adenomatosos. Debido a que el médico endoscopista no puede estar seguro del tipo de tejido por la apariencia del pólipo, se recomienda extraer todos los pólipos que se encuentren durante la colonoscopia. Aunque es imposible saber qué pólipos adenomatosos se convertirán en tumores malignos, los pólipos más grandes son los que tienen más probabilidades de convertirse en cáncer y algunos de los más grandes (los mayores 2 cm) pueden ya contener algunas células cancerosas.
¿Cómo se detectan?
El examen por excelencia que permite detectar los pólipos colónicos es la colonoscopía, estudio endoscópico de todo el intestino grueso que se realiza con una sedación anestésica que impide que el paciente presente dolor alguno durante el mismo. La colonoscopía no solo permite detectar los pólipos sino también extirparlos en el mismo procedimiento. Como los pólipos no presentan síntomas en su inicio, pueden ser origen de un tumor maligno del colon y son frecuentes en personas mayores, se recomienda la colonoscopía como examen para prevenir el cáncer de colon a partir de los 50 años.
¿Cómo se tratan?
El tratamiento de los pólipos es la resección (extirpación). Se realiza mediante la colonoscopía, como fue expresado previamente, denominándose este método como polipectomía endoscópica. Este procedimiento debe incluir la resección completa del pólipo para su análisis histopatológico y determinar el tipo. En más del 90% de los casos se puede realizar la polipectomía endoscópica incluso en aquellos pólipos de gran tamaño. La polipectomía endoscópica en pólipos donde existen algunas células tumorales en la parte apical (pólipo cáncer) puede ser el tratamiento definitivo sin requerir cirugía complementaria.
Si los pólipos no se pueden extirpar mediante la colonoscopía entonces la cirugía resulta necesaria. Hoy en día se utiliza una técnica miniinvasiva, la cirugía laparoscópica, para una resección pequeña del sector colónico afectado.
¿Cómo se continúa luego de la resección del pólipo?
Todo paciente al cual se le extirpó un pólipo adenomatoso (adenoma) mediante una colonoscopía debe continuar con colonoscopías periódicas que se recomiendan de acuerdo con el número de pólipos hallados, su tamaño y su variante anatomopatológica. Los pólipos hiperplásicos no requieren vigilancia.
Por último, es importante enfatizar que la eliminación de los pólipos mediante la colonoscopía y su vigilancia posterior es la herramienta más poderosa para la prevención del cáncer de colon. Por eso, una colonoscopia cada 10 años, comenzando a los 50 años es la recomendación médica para detectar los pólipos en etapas iniciales, cuando no presentan síntomas y pueden fácilmente ser extirpados.
DOLOR ANAL CRÓNICO, PROCTALGIA CRÓNICA O PROCTALGIA FUNCIONAL
Definición
Es la presencia de dolor en el área anal, rectal y/o perineal de forma crónica sin que se objetive alguna causa orgánica que lo justifique (hemorroides, fisura, fístulas, abscesos, tumores, enfermedades ginecológicas, patología prostática, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.)
Es bastante frecuente y en muchos casos incapacitante, puede presentarse a cualquier edad, aunque es más frecuente a partir de los 40-50 años y es más común en mujeres.
Se desconoce claramente cuál es el mecanismo que lo produce y por lo tanto puede ser catalogado como funcional (sin causa orgánica).
La hipersensibilidad visceral y el síndrome de intestino irritable, así como en algunas ocasiones el stress y la ansiedad, pueden jugar un papel determinante en algunas de sus formas clínicas.
Formas de presentación
Podemos distinguir al menos 3 formas: dolor anorrectal y perineal crónico inespecífico, síndrome del elevador del ano y proctalgia fugax.
Pero también existen otras 2 formas para tener en cuenta, no claramente funcionales ya que existe un daño sobre las estructuras musculares o neurológicas: síndrome del periné descendente y neuropatía pudenda.
El síntoma fundamental es el dolor con características distintivas en cada síndrome, es frecuente que en algunos pacientes los límites entre una forma u otra no estén nada claros.
Dolor anorrectal y perineal crónico idiopático o inespecífico: es la forma más frecuente de presentación (30-40% de los casos). Suele aparecer a partir de los 50 o 60 años y es más frecuente en mujeres.
Normalmente se describe como la sensación de peso o de cuerpo extraño en el conducto anal que se puede irradiar al resto del periné, muslos, recto y vagina. Suele ser continuo y de modo característico se incrementa durante el día, agravándose en posición sentado y aliviándose al levantarse o acostarse (cambios de posición).
Síndrome del elevador del ano: presenta características muy similares al anterior, aunque es menos frecuente y suele irradiarse más hacia la región posterior y el coxis, suele empeorar además con la posición sentado, con la defecación y con el tacto rectal sobre el músculo puborrectal en el examen proctológico.
Proctalgia fugax: suele aparecer sobre los 40 años, mucho más frecuente en hombres y con a veces se asocia al síndrome de intestino irritable o ansiedad. Se presenta de forma antojadiza e intermitente y una vez que cesa el paciente permanece sin molestias anales o rectales hasta la próxima crisis.
Su inicio es siempre súbito y de predominio nocturno (despierta al paciente). Se describe normalmente como exclusivamente anal o rectal (no irradiado) pero muy intenso e insoportable, aunque afortunadamente de muy corta duración.
Suele aliviar con el cambio de posición, flexión de las piernas sobre rodillas y muslos en la cama, con el movimiento de defecación, masajes alrededor del ano o baños de asiento con agua tibia.
Diagnóstico
Una historia clínica con un interrogatorio bien orientado, investigando los antecedentes médico-quirúrgicos del paciente y las características del dolor, además de sus síntomas acompañantes, nos orientará el diagnóstico en muchos casos.
Una exploración anal y perineal cuidadosa completará el diagnóstico en muchos casos, ya que nos permitirá evaluar la existencia de patologías causales de dolor (hemorroides, fisuras, prolapso, fístulas, etc.)
No obstante, existen una serie de exámenes que son necesarios en muchos pacientes para descartar organicidad y establecer un diagnóstico acertado. Todas estas técnicas deben de ser individualizadas en función a los hallazgos clínicos iniciales y no serán las mismas en todos los pacientes.
Inicialmente es imprescindible el examen proctológico completo con rectoscopia. La ecografía endoanal y la resonancia magnética pueden ser útiles para evaluar si existen lesiones como fístulas, abscesos, patología extra rectales, tumores etc.
Las técnicas funcionales como la manometría anorrectal pueden brindarnos información de las presiones esfíntéricas, su hiperactividad o hipertonía y la sensibilidad rectal. La defecografía o la ecodefecografía pueden ser útiles en trastornos evacuatorios asociados.
Tratamiento
No existe un tratamiento común y este debe de ser individualizado en base al diagnóstico final y a las características concretas de cada paciente.
Aunque en ocasiones es un síndrome muy incapacitante, se debe ser lo más conservador posible.
El uso de medidas físicas como masajes, calor local seco, reeducación postural, corrección de los hábitos o deportes que puedan agravar el cuadro, uso de asientos adecuados, son en muchos casos medidas muy eficaces para mejorar el dolor.
El tratamiento del estreñimiento, muchas veces asociado, también mejorará el cuadro y evitará su progresión.
En cuanto a los fármacos se pueden usar analgésicos orales y en algunos casos antiinflamatorios y/ o relajantes musculares.
El uso de relajantes musculares o Diazepan puede ser útil en muchos casos. Los antidepresivos tricíclicos como la Amitriptilina a bajas dosis pueden aportar alivio en algunos casos, ya que modula la sensibilidad visceral. La infiltración con anestésicos locales o corticosteroides puede ser de ayuda en algunas proctalgias.
El biofeedback anorrectal también puede aportar beneficio en algunos pacientes. Esta técnica está exenta de complicaciones o efectos secundarios y nos ayudará a reeducar la musculatura esfinteriana, a mejorar la maniobra defecatoria y en algunos casos a modular el dolor.
PROLAPSO RECTAL
¿Qué es un prolapso rectal?
El prolapso rectal consiste en la salida o exteriorización del recto (parte final del intestino grueso que se ubica por encima del ano) a través del orificio anal.
Esta protrusión puede ser transitoria y ocurrir solo en el momento de la evacuación aunque con el tiempo puede ser permanente y el recto no puede reintroducirse, permaneciendo fuera del ano.
Esta condición produce a menudo síntomas como mucosidad y sangrado y en los casos más severos puede provocar alteraciones en el funcionamiento del esfínter anal (músculo que permite la continencia anal) con escapes inadvertidos de gases, mucosidad o materia fecal a través del ano.
El prolapso rectal puede afectar a ambos sexos pero es más frecuente en mujeres.
¿Por qué se produce el prolapso rectal?
Varios factores pueden influir para la aparición de un prolapso rectal.
La debilidad en los tejidos pelvianos que sostienen el recto y la disminución de la fuerza en el músculo esfintérico anal son causas frecuentes.
Puede existir en algunos casos una predisposición genética familiar o situaciones predisponentes como el esfuerzo evacuatorio crónico (necesidad de pujar excesivamente en la defecación).
En otros casos, problemas neurológicos en la columna vertebral que alteren la inervación pelviana pueden contribuir al prolapso.
¿Es el prolapso rectal lo mismo que las hemorroides?
NO. Aunque los síntomas pueden ser similares a aquellos producidos por las hemorroides (sangrado, y protrusión a través del ano), en esta condición hay exteriorización del propio recto y no solo de la patología venosa hemorroidal. El diagnóstico diferencial lo puede hacer un especialista al examinar la zona.
¿Cómo se tratan los prolapsos?
Una vez desarrollado el prolapso rectal la corrección quirúrgica es necesaria. Mejorar la evacuación con una dieta de alto contenido en agua y fibras puede disminuir los síntomas pero no suele ser útil en los casos más severos El tipo de cirugía depende de la severidad del prolapso, el estado del esfínter anal, la edad del paciente y la presencia de enfermedades asociadas. Puede operarse por vía anal o por vía abdominal, incluso con cirugía laparoscópica y el tipo de intervención debe decidirse conjuntamente entre el cirujano coloproctólogo y el paciente. La gran mayoría de los pacientes resuelven su problema con una cirugía adecuada.
PRURITO ANAL
¿Qué es prurito anal?
Es la picazón o comezón en la región anal. Puede ser intensa y muy molesta especialmente luego de evacuar o por la noche.
El prurito anal puede estar asociada al enrojecimiento, ardor e inflamación e incluso un sangrado leve generalmente originado por el rascado. La picazón y la irritación pueden ser temporales o más persistentes, dependiendo de la causa
Si el prurito anal es constante, debe consultar con un proctólogo. Con un tratamiento adecuado y autocuidado, la mayoría de las personas obtienen un alivio absoluto.
¿Qué causa prurito anal?
En ocasiones, la causa de la picazón anal no es identificable. Tiene muchas causas posibles, como problemas cutáneos o patología orificial anal (hemorroides, fisura, fístula anal). Puede estar asociado a patologías que irritan la piel como la incontinencia fecal, diarrea prolongada (crónica), la utilización de productos o comportamientos que irritan la piel, como usar jabones o toallitas húmedas fuertes o lavar la piel de forma demasiado agresiva o la falta de higiene o transpiración excesiva.
Puede ser originada también por infecciones de transmisión sexual, hongos (candidiasis) y en menor medida por parasitosis.
También por enfermedades como la psoriasis, la dermatitis de contacto, diabetes, hemorroides y raramente por tumores anales. Ciertas bebidas como el alcohol, jugos cítricos, y la cafeína pueden agravar el problema.
Las comidas muy-condimentadas con especias, el chocolate, y las palomitas de maíz también puede causar irritación.
Desgraciadamente, cuando el problema aparece, los individuos agravan a menudo el problema lavando excesivamente el área anal. Esto lleva a un ciclo de irritación mayor.
El diagnóstico surge del interrogatorio y del examen proctológico completo indispensable realizado por el especialista.
¿Cómo se trata el prurito anal?
- Evite jabones irritantes (conteniendo perfumes).
- Limpie suavemente el área lavándose luego de cada evacuación.
- Nunca friegue excesivamente o rasque el área.
- Elimine comidas y bebidas irritantes (café, alcohol, comidas picantes).
- Mantenga el área seca con talcos (evitando perfumados o desodorante en polvo).
Pueden ser necesarias pomadas o talcos aconsejados por el proctólogo de acuerdo con el diagnóstico. Los pacientes deben abstenerse de automedicarse o seguir consejos de utilizar pomadas antihemorroidales sin tener la certeza de que esa es la causa del prurito.
QUISTE SACROCOXÍGEO/PILONIDAL
¿Qué es un Quiste Pilonidal o Sacrocoxígeo?
Un quiste pilonidal o sacrocoxigeo es una cavidad anormal en la piel que, generalmente, contiene vello y otros tejidos cutáneos ubicado cerca del coxis, en la parte superior del surco entre ambos glúteos.
¿Cuál es la causa?
Se desconoce la causa exacta de los quistes pilonidales. No obstante, la mayoría parecen formarse a causa de pelos del vello corporal que penetran la piel. La fricción y la presión —la piel que se roza, las vestimentas ajustadas, el ciclismo, estar sentado durante largos períodos o factores similares— fuerzan el vello a introducirse en la piel. El organismo crea un quiste alrededor del pelo en respuesta a este como una sustancia extraña. Las personas obesas, con vello abundante y grueso tienen mayor predisposición.
Es más común en hombres que en mujeres y ocurre con mayor frecuencia entre la pubertad y los 40 años.
¿Cuáles son los síntomas?
Los signos y síntomas de un quiste pilonidal se presentan cuando se infecta y son los siguientes:
- Dolor
- Enrojecimiento de la piel
- Secreción de pus o sangre en una abertura de la piel
- Olor desagradable de la supuración
Diagnóstico y Tratamiento
El diagnóstico se hace con el simple examen de la región por parte de un especialista. No requiere estudios complementarios salvo en circunstancias excepcionales.
En general, el tratamiento inicial de un quiste pilonidal infectado es un procedimiento que se puede hacer en forma ambulatoria con anestesia local para drenar el quiste con una pequeña incisión. Si el quiste vuelve a aparecer, que es lo que suele suceder, puede requerir un procedimiento quirúrgico que elimine el quiste por completo.
Entre las opciones quirúrgicas existen opciones:
- Dejar la herida abierta. Con esta opción, la herida quirúrgica se deja abierta para permitir que cicatrice desde el interior hacia afuera. Este proceso tiene un tiempo de cicatrización mayor, pero, en general, hay menos riesgo de que vuelva a aparecer la infección del quiste pilonidal.
- Cerrar la herida con puntos. Si bien el tiempo de cicatrización es menor con esta opción, hay un mayor riesgo de recurrencia. Algunos cirujanos hacen la incisión al costado del surco del glúteo, donde la cicatrización es particularmente difícil.
- Cirugía plástica con colgajos de piel
El cuidado de la herida después de la cirugía es de extrema importancia. Tu médico o el enfermero te darán instrucciones detalladas sobre cómo cambiar los vendajes, cómo será el proceso normal de cicatrización. También es importante rasurar alrededor de la herida quirúrgica para impedir que el vello entre en la herida.
SÍFILIS ANAL
La sífilis o lúes es una enfermedad de transmisión sexual provocada por la bacteria Treponema pallidum.
El contagio ocurre durante el contacto sexual oral, vaginal o anal con una persona infectada independientemente de que exista penetración o no. También puede ser transmitida de madres a hijos durante el embarazo.
Tras la infección, existe un periodo de incubación de alrededor de 28 días, aunque varía de 10 a 90 días, tras el cual aparecen los síntomas de la denominada Sífilis Primaria, que se caracteriza por la aparición en la zona genital, anal o bucal de una úlcera (llamada “chancro”). En general el chancro no es doloroso, es duro, redondo y tiene bordes elevados. En tres a seis semanas desaparece aún sin tratamiento. Sin embargo, si no se administra el tratamiento adecuado, la infección progresa hacia la fase secundaria.
La Sífilis Secundaria se manifiesta con fiebre, dolores musculares, malestar general y ganglios generalizados; en el 80% de los pacientes aparece un sarpullido que no pica con manchas y granos que se inician en el tronco y se diseminan posteriormente, pudiendo afectar cara, palmas y plantas. Los signos y síntomas de la sífilis secundaria desaparecerán en semanas con tratamiento o sin tratamiento, pero la infección progresará.
Si los pacientes no se tratan en las fases iniciales, la enfermedad evoluciona hacia la denominadaSífilis Terciaria en meses o hasta 40 años después del contagio. Durante este período pueden afectarse el sistema nervioso, con parálisis progresiva y trastornos psiquiátricos; el sistema cardiovascular, con insuficiencia cardíaca, afectación de la aorta, etc.; piel y huesos, con la parición de los llamados “Gomas” que son nódulos inflamatorios que destruyen los tejidos.
El diagnóstico puede realizarse a través del estudio de la secreción presente en el chancro o mediante un análisis de sangre. Dado que una sífilis no tratada en una mujer embarazada puede infectar y posiblemente provocar la muerte de su bebé, toda mujer embarazada debería hacerse un examen de sangre para la detección de la sífilis.
La sífilis es fácil de curar en sus primeras fases con una sola inyección intramuscular de penicilina. Para las personas que son alérgicas a la penicilina, hay otros antibióticos disponibles .
Dado que se dispone de un tratamiento eficaz, es importante que las personas se hagan pruebas de detección de la sífilis de manera constante si practican conductas sexuales de riesgo.
Las personas que reciben tratamiento contra la sífilis deben abstenerse de tener contacto sexual con parejas nuevas hasta que los chancros sifilíticos hayan desaparecido por completo. Todas las parejas sexuales de los últimos 90 días de un paciente diagnosticado de sífilis deben considerarse posiblemente infectados, por lo que deben ser tratadas.
El uso de preservativos reduce las probabilidades de contraer una infección siempre y cuando cubra las zonas lesionadas; si éstas están en un área no cubierta, el contagio es posible. La probabilidad de transmisión de la sífilis, como en el resto de enfermedades de transmisión sexual, es mayor si durante las relaciones sexuales se producen lesiones; esto convierte al sexo anal en el más riesgoso. El contagio de una enfermedad de transmisión sexual, incluida la sífilis, no se previene con el lavado de los genitales, orinar o una ducha vaginal después de la relación sexual.
Recuerde que SIEMPRE deben ser descartadas enfermedades más severas mediante un examen proctológico completo.
VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO (HPV), CONDILOMAS
El cáncer de ano es una enfermedad poco frecuente pero su incidencia ha ido aumentando en los últimos 20 años, especialmente en pacientes portadores de HIV y hombres homosexuales. Las mujeres con antecedentes de enfermedad en la vulva o cuello uterino también tendrían un riesgo mayor de padecerlo.
Existen importantes similitudes entre el cáncer del cuello del útero y el cáncer del ano. La más importante de ellas es que ambos pueden estar relacionados con el Virus del Papiloma Humano (HPV). La forma de contagio más frecuente de este virus es a través de relaciones sexuales vaginales o anales, ya sean estas frecuentes o esporádicas.
El Papanicolao (Pap) del cuello uterino y la colposcopía, que son exámenes ginecológicos habituales, han logrado reducir la frecuencia y la muerte por cáncer de cuello uterino de manera importante. Recientemente se ha propuesto una estrategia similar para la detección de las lesiones que pueden desarrollar un cáncer en el ano.
El Pap anal es una técnica sencilla que consiste en pasar un hisopo por el conducto anal donde quedarán células que luego serán estudiadas por el médico patólogo. El procedimiento es indoloro y requiere de unos pocos segundos. En algunos casos puede ser necesario estudiar más detalladamente el ano mediante una anoscopía de alta resolución, que es un estudio similar a la colposcopía que el ginecólogo realiza a las mujeres.
Si con alguno de estos estudios se hallan lesiones relacionadas con el HPV, se realizará el tratamiento correspondiente; este puede ser de aplicación local o mediante procedimientos mini-invasivos.
Consejos útiles:
– Si tiene verrugas en el borde de su ano, consulte con el proctólogo.
– Si se encuentra dentro de grupos de mayor riesgo, consulte con su médico.
– Se pueden disminuir las posibilidades de contraer el HPV o de sufrir otras enfermedades de transmisión sexual utilizando preservativos en todas las relaciones sexuales desde el inicio.
Para más información consulte a su médico proctólogo.
¿Qué es el megacolon?
El megacolon es una dilatación del intestino grueso (colon y recto) que puede afectar uno o ambos segmentos, en forma total o segmentaria generalmente acompañada de dificultad para eliminar heces y gases.
Esta causado por lesiones en las terminaciones nerviosas del intestino que hace que se pierdan las contracciones y los movimientos intestinales generando signos y síntomas como estreñimiento, que empeora a lo largo del tiempo, distensión y dolor abdominal. El megacolon no debe confundirse con el denominado “dolicocolon” que expresa solo un intestino grueso más largo del habitual, sin dilatación. En algunas oportunidades estas dos circunstancias se encuentran presentes conjuntamente.
Puede ser consecuencia de una enfermedad congénita, como la enfermedad de Hirschsprung o puede ser adquirida a lo largo de la vida, debido a la enfermedad de Chagas, por ejemplo.
Otra forma de dilatación aguda (mal denominada megacolon) ocurre por una inflamación intestinal grave llamada “megacolon” tóxico, que suele ser desarrollada por personas con enfermedad inflamatoria intestinal, causando una intensa dilatación del intestino, fiebre, ritmo cardíaco acelerado y de pronóstico grave.